Cápsula diaria de 30 segundos

sábado, septiembre 25, 2004

El parque

Como contrapunto a la última película de Shyamalan (El Bosque), debo hablar de "El Parque". No es terrorífico, no es fantasmal, no es oscuro. No está perdido en medio de la nada. Se encuentra frente a mi ventana. Es pcoca cosa. Mono, recien acabado, con muchas farolas, recinto para perros, cesped, famélicos árboles. Pero lo terrible se descubre de noche.

Ayer descubrí el secreto que encierra "El Parque". Volviendo de trabajar, lo ví en todo su esplendor. Sumando deben ser unas cien. Erguidas, sólidas, resplandecientes. Sobrehumanamente resplandecientes, las malditas farolas. Como si de un campo de entrenamento o de una bolla de SOS interplanetario esas cien farolas irradian un resplandor que ha cambiado el panorama y atmósfera de mi calle. Otrora descampado, ahora ese espacio es reserva de esas farolas que con una luz blanca de una intensidad sin igual hacen que todo parezca irreal. Al aparcar el coche de noche no sientes ningún tipo de amenaza y escudriñas para ver si la gente va a sentarse en el parque, cosa que no he visto todavía, pero que, como si se tratara de una película de ciencia ficción de los 50, te esperas. Grupos y grupos de gente que andara para sentarse bajo la cálida y purificadora luz de las farolas de "El Parque". Mantendré informado este espacio si veo actividad sospechosa.